Paseando por el puerto de Villagarcía, estando la marea alta, no se apreciaba nada oculto bajo las aguas pero hora y media más tarde comenzó a surgir una figura. Me detuve y observé cómo a medida que bajaba la marea esa figura empezaba a desvestirse de aguas y a mostrar su verdadero rostro. Era una barca.
Me preguntaba el porqué había tantas embarcaciones aparentemente hundidas, abandonadas, olvidadas, quietas, exánimes… en el puerto y pregunté a un marinero que pasaba por allí. Éste me dijo que no estaban abandonadas sino que debían ser sumergidas bajo el mar si en los meses próximos querían surcar las aguas. Al hundirlas durante algún tiempo, la madera hincha y sella todas las fisuras que pueda tener el casco. Posteriormente se dejan secar al aire libre y una vez secadas por completo se pintan. Ya están listas para volver al mar…
Al llegar a casa comencé a bocetear sobre lo que había visto y me vino un título a la cabeza: “Ausencias”.
Con la imagen resultante de los bocetos debía plasmar el sentimiento de la ausencia viendo la ausencia desde una perspectiva ambigua. Sin tratar de interponer una frontera entre el espectador y la imagen, ni tampoco imponer significados. Hablar del sentimiento implícito de ausencia en el individuo que es y está.
Creé una imagen fotográfica con la intención de evolucionarla hasta la instalación multimedia.
jueves, 6 de mayo de 2010
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