jueves, 6 de mayo de 2010

The messenger


Es una obra creada en 1996, encargada por la Catedral de Durham para su proyección en la puerta trasera de la iglesia. El vídeo consiste en un hombre joven que se va hundiendo por el aumento de la superficie de un estanque de agua, jadeando y, a continuación, sumergiéndose de nuevo, en un proceso repetido de cuatro veces. El trabajo del ritmo lento y repetitivo permite al espectador observar los detalles: la forma en que las burbujas crean halos para ocultar la cabeza del hombre; el juego del agua en el cuerpo como superficie, que recuerda de corrientes eléctricas y, el más extraño de todos, la forma en que no parpadea cuando finalmente abre los ojos.





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